PROYECTO PERSONAL

El confinamiento resultado de la expansión del COVID-19 en el año 2020 y lo que va del 2022 alrededor del mundo, no solo no se ha modificado mucho, sino que ha hecho que vivir en los espacios públicos y comunes ya no nos sea algo tan orgánico y despreocupado.

Esta situación me llevó, como a todos, a vivir a través de pantallas pasando varias horas trabajando, editando, mirando información o simplemente en redes sociales. Y seguramente, como a muchos también, me llevo a hacerme la pregunta… ¿Podremos revertir esta situación? A partir de esta pregunta y del hecho de no poder salir a hacer fotografías fue que comenzó una nueva búsqueda…

Fue en este tiempo de confinamiento -y de cuarentenas estrictas como medida de contención de algo absolutamente desconocido- que recordé realizando mi último proyecto fotográfico Testigos del año 2018, aquellas cámaras de seguridad que me vigilaban mientras realizas las fotografías para el proyecto, cámaras que lo veían todo y se fue ahí donde el proyecto Habitar se materializó en mi nueva búsqueda o nueva entidad como fotógrafo, llevándome a uno nuevo el de “foto-editor” .

Comencé entonces a investigar la existencia de millones de cámaras de video vigilancia instaladas por el mundo y que transmiten en vivo, a través aplicaciones, web o simplemente a través de la red youtube donde hay transmisiones en vivo y en HD y desde marzo a junio del 2020 realicé imágenes pero de otra forma, con capturas de pantalla.

Hice una selección de más de 200 cámaras, de las cuales realicé tomas fotográficas mediante capturas de pantalla. Estas cámaras registran lugares icónicos como la famosa cebra de Abbey Road que cruzaron los Beatles en Inglaterra, el cruce famoso de Hong kong, Disneyland, las playas de Río de Janeiro, el Times Square en New York, canales de Venecia, o calles de grandes ciudades como Madrid, París, Buenos Aires o Montevideo totalmente vacías.

Selección conformada por Niñas/os y adolescentes : Diego Vargas, Luisana Dos Santos, Tatiana Garmendia – Liceo 48, Vicente Vidal – 7 años, Guadalupe Delgado- 10 años, Maite Lecumberry – 8 años, Melany Zunino, Micaela Morales, Marina Rodríguez, Bruno Hernández – Liceo 3, Mariana Armas- Escuela Rural N 60, Mateo Rouco – Centro Juvenil, Agustina Gil, Sebastián Soria – Liceo 3

En esta situación de encierro que se generó hay dos grandes grupos perjudicados, los adultos mayores por su edad, los niños y niñas y adolescentes por bancarme el ”no toques”, la “no plaza”, poco aire, poco sol, el no contacto con pares…

Es en las niñas, niños y adolescentes que se centra el primer objetivo de este proyecto por que deberán salir a la vida y será un desafío apropiarse nuevamente de los espacios, la idea entonces, es tender un puente hacia esa reconstrucción que implica volver a juntarse con otros, volver a compartir, y que el otro no sea ya visto como «otro que contagia» sino como un otro necesario, necesario en espacios comunes, en actividades comunes.

El proyecto continúa en continuo proceso, enviándoles imágenes a niños, niñas y adolescentes como también se vienen realizando talleres en centros educativos, teniendo como eje la pregunta, ¿cómo habitar nuevamente los espacios?